Somos seres racionales. Si entendemos que algo no es bueno para nosotros, no lo hacemos. Si sabemos que algo nos beneficiará, lo hacemos.
Ojalá fuera así, pero como ya he dicho en varias ocasiones, no somos seres racionales. Somos extraordinarios, pero no racionales.

Por eso muchas veces no lo hacemos, aunque sepamos exactamente qué hacer, y sufrimos el doble.
Recientemente, Ibai Llanos realizó un vídeo en el que admitía que no lograba adelgazar.
Un tipo extraordinario, millonario, capaz de pagar todo lo necesario: entrenador personal, gimnasio en casa, chef… y no consigue adelgazar. Luego viene tu primo Fermín, que pesó más de 90 kilos, mileurista y en un año se parece a Jesús Vázquez, ¿Qué está pasando aquí?
La verdad es que a veces nos obsesionamos con el método de “cómo dejar de fumar”, “cómo comer sano” y “cómo cambiar tu vida”, cuando lo que realmente funciona es tener un porqué.
Un estudio publicado en el American Journal of Health demostró precisamente eso: el grupo que fue influenciado con información sobre «cómo dejar de fumar» no tuvo éxito, y sin embargo, el grupo al que se le mostraron las consecuencias de fumar sí logró más ex fumadores a medio plazo.
🖊 Malcolm Gladwell habló de la palabra japonesa “Harajuku” como el momento de “revelación” que impulsa a uno a la acción. ¿Qué significa en realidad?
Muchas veces tenemos que tocar fondo para alcanzar una meta. Cuando internalizamos el abismo, el método pasa a un segundo plano, aprenderemos, pero el cambio ya está dentro de ti.
