En 1862 Marx estaba tan desesperado por tener algún ingreso económico que hizo una prueba escrita para trabajar en la oficina del ferrocarril en Londres.

Fue rechazado porque nadie logró entender su caligrafía.

La cosa era tan exagerada que tras la muerte de Marx, Engels tuvo que entrenar a Kautsky y Berstein para que la entendieran.

Imaginad que os toca leer esta foto que he puesto…