Año 387 a.C. un barco lleno de esclavos navega por el mar Jónico rumbo a Egina.
Un tipo de unos 40 años, encadenado, maldice su suerte. Siendo noble ha pasado a ser esclavo. Su nombre, Arístocles pero pasaría a la historia como Platón.
Viene de Siracusa donde fue con una idea muy loca que de haberse puesto en marcha, hubiera supuesto seguramente el predominio de Cartago (un pueblo africano) sobre occidente, impidiendo el florecimiento de lo que sería en unos pocos siglos el imperio Romano.
Pero ¿a qué fue Platón a Siracusa? Vayamos por partes…
Platón expuso en su obra “La República” lo que para él sería la sociedad perfecta… enumeremos algunos puntos.
Partiremos de que todos los niños y las niñas nacerían en igualdad y no serían de sus padres, sino del Estado y se les educaría en las mismas condiciones. En función de sus habilidades acabarían siendo:
⭕ 𝗣𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝘁𝗼𝗿𝗲𝘀: Campesinos, artesanos y comerciantes. A currar para todo el mundo.
⭕ 𝗚𝘂𝗮𝗿𝗱𝗶𝗮𝗻𝗲𝘀: Soldados para defender la polis.
⭕ 𝗚𝗼𝗯𝗲𝗿𝗻𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀: Filósofos: aquí a los 35 años, aquellos que hayan mostrado mayor inquietud y facilidad para la filosofía serían dignos de recibir una educación exclusiva. Dentro de esta casta se elegiría un rey (o reina porque Platón en eso no distinguía entre mujeres y hombres).
Tras la muerte de Sócrates, Platón se fue de Atenas y fue invitado por su amigo Dión a Siracusa para poner en práctica esta sociedad. Pero Dionisos, el tirano que gobernaba Siracusa no le gustó el espíritu contestatario del snob, Platón y acabó por ponerlo en un barco espartano para que le vendieran como esclavo.
¿Qué hubiera pasado si Platón hubiera puesto en marcha esta sociedad? Pues aunque juguemos a la ucronía, seguramente Siracusa habría caído contra una superpotencia de la época con la que estaba en guerra, Cartago. Siracusa era una de las pocas ciudades capaces de frenar a los africanos por lo que hubieran entrado y arrasado con todas las ciudades del momento, entre ellas Roma. Roma y Cartago se verían las caras en una lucha muy igualada un siglo y medio después.
“Vincere scis, Hannibal, victoria uti nescis”. «Mora eius diei satis creditur saluti fuisse urbi atque imperio». “Sabes vencer, Aníbal, pero no sabes aprovecharte de la victoria» sostuvo Tito Livio tras la batalla de Cannas el año 216 a.C. que dejó escrito que Roma salvó los muebles ante Cartago porque Anibal decidió descansar en lugar de seguir atacando y acabar por arrodillar Roma.
Para los que os hayáis quedado preocupados en ese arranque con Platón encadenado, no temáis, fue rescatado (comprado) por un amigo suyo que le dio dinero para que volviera a Atenas y fundara “la Academia” en honor al héroe griego “Academo”.

