Que el liderazgo en las empresas deja mucho que desear en varios aspectos no significa que haya mala intención por parte de nadie, aunque sí podemos afirmar que existe mucho desconocimiento sobre las leyes que gobiernan nuestra conducta (en las empresas y en la sociedad).

La culpa de esto la tienen varios autores pero hay dos que destacan y están detrás de muchos de los falsos mitos que la gente da por ciertos cuando hablamos de psicología: Descartes y Freud, algo que explico en los talleres que imparto sobre salud mental y con lo que los asistentes suelen sorprenderse.
Pero no me desviéis que ya sabéis que me encanta irme por los cerros.
¿Cómo llega a alguien a jefe? seguramente ahí empiecen los problemas, porque en muchos de los casos se asciende por un desempeño que nada tiene que ver con liderar un equipo, por antigüedad o por miedo a que esa persona se vaya y me temo que ninguno de estos motivos, justifica, a priori, que alguien vaya a liderar con garantías un equipo.
Quizás lo más problemático es que tendemos a reproducir conductas de líderes que tenemos como referencia pero que me temo, tampoco son ejemplo de un liderazgo efectivo.
Lo cierto, es que la gente, normalmente, no busca fastidiar a nadie, lo hacen lo mejor que pueden, es una pena que las buenas intenciones no tengan por qué traducirse en resultados o en crear un buen ambiente de trabajo.
Dos claves y una reflexión para liderar con rigor ante un problema en el equipo:
a) Reflexión: Olvídate de ponerte a divagar sobre lo que piensa la gente. No digo que no sea interesante conocerlo, digo que es inútil. Si quieres saber algo, pregunta, porque encadenar pensamientos es una tarea que desgasta, no tiene fin y no te va a llevar a ninguna certeza. Dejar de hacerlo no es fácil (aunque si me llamas, podemos contracondicionar y entrenar para que no te pase 🙂
b) Clave 1: Fíjate en los antecedentes ¿qué pasa antes de que se produzca esa conducta problema? ¿Qué suele desecadenarla?
c) Clave 2: Fíjate en las consecuencias: ¿qué sucede inmediatamente después?
Parece sencillo ¿verdad?
Lo cierto es que no lo es.
Esto es el patrón de cómo liderar desde las leyes de la conducta: fáciles de entender, complejo de aplicar pero con entrenamiento, es tremendamente efectivo en su resultado.

