Un error muy común cuando alguien en un equipo se equivoca es dejar pasar el tiempo, otro, volverle a explicar cómo hacer las cosas, sin más. ¿Por qué no debe hacerse? bueno, vamos allá.

Alguien se ha equivocado y tú eres la persona responsable. Es posible que te dé pereza corregir, lo sé, es incómodo, sobre todo porque no sabes cómo hacerlo. Es posible también que pienses que es tu trabajo y acabes volviendo a explicar, igual que hiciste anteriormente, qué es lo que tiene que hacer esa persona para no cometer el error.
Voy a utilizar las leyes de la conducta que rigen a los animales humanos para explicarte por qué te equivocas al pensar que la solución es repetir lo ya explicado::
- Estás haciendo que esa persona asocie que le expliquen una tarea con un estímulo aversivo: si solo se le forma o se le explican las cosas cuando comete un error, me temo que inevitablemente podrá acabar asociando formación con algo desagradable como es que te recuerden que te has equivocado. Creeme que esto puede ser problemático en el corto, medio y largo plazo.
- Sitúas el error en la persona, no en el contexto: quizás esta idea te resulte más complicada. Este es un principio muy fácil de demostrar porque en cuanto cambias los antecedentes y/o las consecuencias, verás que la persona es capaz de realizar la tarea como el resto del equipo. Entenderás entonces que el problema suele estar en el contexto y hacer sentir a la persona que el problema está en ella es contraproducente.
- Realmente, volver a hacer exactamente lo que has hecho antes, no suele solucionar nunca ningún problema. Esto admite poco debate.
Lo mejor de aplicar las leyes de la conducta al liderazgo es que te ayuda a dirigir la reflexión por senderos concretos y a actuar de manera práctica e inequívoca. Además, mejorarás en la solución de problemas a medida que te vayas entrenando.
Es increíble que esto se lleve practicando desde los años 70 en EEUU y apenas se conozca el trabajo de gente como Mager y Pipe (Modelo de análisis de problemas de desempeño), Thomas Gilbert (Modelo de ingeniería del comportamiento) y Aubrey Daniels (PIC/NIC Analysis®) que han desarrollado herramientas útiles para abordar estas cuestiones.
Una vez más el conductismo vence al sentido común.
Si quieres conocer más a fondo esto, ya sabes dónde encontrarme 🙂

