Vamos a ver qué significan estos palabros que se aplican con fuerza en EEUU desde hace décadas pero en España no parece haber llegado con mucha fuerza. Es curioso, porque ha pasado algo parecido con las terapias contextuales de tercera generación, en EEUU se viene hablando de ellas y aplicando desde los años 90 y en España, apenas estamos empezando a trabajar con ellas.

OBM (Organization Behavior Management) se refiere a la aplicación de los principios de análisis de la conducta para mejorar el rendimiento de las organizaciones ¿te has quedado igual no? Desde hace décadas, sabemos que existen principios que gobiernan a los seres humanos y el resto de animales. Las terapias basadas en estos principios han demostrado ser muy eficaces en el proceso terapéutico pero ¿se pueden llevar al trabajo?

Como siempre los norteamericanos nos llevan la delantera, uno de los que más ha investigado es Aubrey Daniels que se ha especializado en Performance Management, una subdivisión de OBM dedicada al liderazgo de equipos (otras subdivisiones dentro de OBM están dedicadas a la seguridad de los trabajadores o al análisis de sistemas).

Digamos que PM o gestión de desempeño / rendimiento, según leas una traducción u otra, utiliza los descubrimientos científicos que conocemos sobre la conducta para mejorar el rendimiento individual y organizacional. Es realmente útil porque entendiendo los principios que nos gobiernan, verás que no te hace falta saber qué piensa la gente, solo tendrás centrarte en lo que hacen y reforzar las conductas previamente identificadas que nos ayuden a cumplir los objetivos. ¿Suena fácil? Los principios que rigen nuestra conducta son sencillos, pero trabajar con ellos requiere de entrenamiento y no es un camino recto, pero desde luego es mucho más efectivo que al que estamos acostumbrados.

¿Y eso cómo se come?

Esto significa centrarse en los resultados medibles, en lugar de sólo en los procesos (qué bien suena decir eso de que «hay tener empatía» «un líder saber ser justo»… lo que pasa es que estas palabras, en realidad, es que no significan nada porque no sabemos cómo se consiguen ni qué son exactamente). Para liderar con PM, es importante definir los objetivos y metas de rendimiento específicos, medir el desempeño actual y trabajar para identificar y eliminar las barreras que impiden el rendimiento óptimo. El liderazgo con PM también implica proporcionar retroalimentación constante, reconocimiento y recompensas y trabajar en colaboración con tu equipo para desarrollar soluciones que mejoren cada proceso y con ello el resultado final.

En realidad, es una ciencia muy desarrollada en el deporte de élite y que la mayoría de las empresas se están perdiendo.