Si no sabes a qué viene este post, te dejo esta publicación de LinkedIn. La idea de esa entrada, era desgranar la propuesta explicativa de Mario y ahora toca dar la alternativa.

Todo viene de la imagen que vas a encontrar aquí, se trata de un extracto del libro «Vivir es un asunto urgente» de Mario Alonso Puig.

Entonces, ¿Influye en nuestro estado de animo la manera en la que nos hablamos? La respuesta es sí, pero claro, hay más factores.

En este blog, ya hemos hablado del condicionamiento clásico, vayamos pues con el condicionamiento operante. Porque sí, antes de nada, tenéis que saber algo: pensar, hablar, hacer… es condicionamiento operante y responde a los mismos principios. ¿Te has fijado alguna vez cómo hay gente que va andando sola y murmurando cosas? Es fascinante, a veces respondemos una emoción hablando, otras murmurando, otras, ponemos caras, nos quedamos quietos, perdidos en una idea… todas son diferentes formas (topografías) de responder, son operantes, es la manera en la que reaccionamos frente a un estímulo y aunque las manifestemos de manera diferente, el principio que las «activa» es el mismo.

¿Pero qué demonios es el condicionamiento operante, bro?

Amosaver. Vamos a partir de algo, el condicionamiento operante sirve para que el organismo (es decir, nosotros) obtengamos algo. Voy a simplificar, pero hay mucha verdad en lo que voy a decir a continuación: todo lo que hacemos / pensamos a lo largo del día nos acerca a lo que deseamos o nos aleja de lo que no deseamos. La conducta operante es todo lo que pensamos y hacemos, que a su vez se relaciona con las consecuencias de nuestras acciones. El comportamiento SIEMPRE es funcional, adaptativo, aunque pueda ser problemático en el medio plazo, en realidad, todos hacemos las cosas lo mejor que sabemos y hemos aprendido. Te lo prometo, aunque no te lo creas XD.

Piensa, ¿por qué nos cuesta tanto renunciar a un dulce aunque estemos saciados? Pues porque tenemos un refuerzo inmediato, aunque algunas personas después de comer ese dulce, por patrones culturales y/o de salud, puedan sentirse mal, simplemente han realizado una conducta que con las leyes de aprendizaje, es probable que ocurra.

¿Nos vamos a un extremo? Si la conducta es funcional, adaptativa ¿por qué nos autolesionamos? Podría ocurrir que en un momento de malestar muy intenso, un corte en la piel, también puede ser funcional, tu atención deja de centrarse por un momento en ese dolor tan intenso que estás sintiendo para enfocarse en otro más llevadero. Aunque en el medio plazo el problema no se solucione, estamos programados para conseguir algo en la inmediatez.

Lo que nos decimos, es condicionamiento operante y claro que nos afecta:

El lenguaje es una herramienta de control: Al comunicarnos, ya sea hablando, leyendo o escribiendo, usamos una herramienta que impacta nuestras acciones y en la de los demás, OJO.

El lenguaje es una conducta más por naturaleza, pero en el ser humano, es crucial: Nuestra manera de hablar nos influye igual que otras conductas. Pero claro, en el ser humano, el impacto del lenguaje es enorme ¿por qué hay días seguidos donde tu vida es igual y sin embargo en uno no quieres levantarte de la cama y en otro quieres comerte el mundo? Nuestra ventaja evolutiva, nuestra capacidad de hablar, nos ha hecho llegar a la luna pero también que suframos porque se nos cae el bote nocilla que llevábamos una semana queriendo comer. ¿Cómo nos comportaríamos si nadie nos hubiera enseñado a hablar? Sin duda podríamos desarrollar otros vehículos de comunicación pero dificilmente tan sofisticados como nos permite «el habla» o «el habla encubierto» que no es otra cosa que pensar.

✅ Es importante entender la función del lenguaje ¿para qué nos decimos lo que nos decimos?: Hay corrientes muy de moda como el estoicismo que te invita a estar reflexionando todo el rato y cuestionarte tus pensamientos. Es más efectivo que abandones «el porqué» y te preguntes el «para qué». Este ejercicio es el que te acerca al análisis funcional del lenguaje. Si ves que te hablas mal, es probable que a continuación te sientes mal, te estás estimulando. No discutas contigo mismo, pregúntate para qué te hablas así y dónde te lleva. No pienses que eres el Capitán Spock, capaz de razonar y llegar a una verdad, piensa que eres una animal que puede hablar, la rumia de por qué te sientes mal puede ser infinita y llevarte a lugares muy oscuros.

El lenguaje se construye de fuera a dentro: Formas parte de una comunidad verbal, tu manera de hablar, las palabras que eliges, no «emergen» de ti, las has aprendido, las has adquirido. Por eso cuando alguien empieza con los rollos de «tú» tú» tú» obviando o minimizando el impacto que tiene y ha tenido el contexto en las personas, es un buen síntoma de que te va a contar algo desde la ocurrencia en lugar del conocimiento riguroso que tenemos sobre cómo nos comportamos.

En fin, no sé si he dejado claro el mensaje, lo que me interesa es que entendamos que no hay «energías» como nos dice Mario que transmiten las palabras, lo que hay son estímulos a los que reaccionamos y eso no tiene nada que ver con la magia, más bien con esta aportación que hizo Skinner a la humanidad: el condicionamiento operante.