Qué mala prensa han tenido siempre los sofistas ¿los culpables? : Sócrates, Platón y Aristóteles.

¿𝐀 𝐪𝐮𝐞́ 𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐝𝐢𝐜𝐚𝐛𝐚𝐧? pues en una época donde comenzaron los primeros experimentos de aquello que llamamos “democracia”: la oratoria, la persuasión, la retórica eran herramientas indispensables para prosperar y fueron los sofistas los que se especializaron en formar a los más pudientes.

Con los sofistas como con todo, normalmente, no se puede generalizar. No obstante, las críticas que plantearon Platón y Aristóteles, no me convencen.

Siempre me cayeron bien los sofistas, para empezar porque fueron los primeros filósofos que no venían de capas privilegiadas, de hecho una de las mayores críticas que les achacaron era que cobraban por su trabajo. Claro, si fueran ricos como lo fueron Aristóteles y Platón (con sus latifundios y esclavos), no lo hubieran necesitado.

Otra de las críticas feroces que les hicieron es que a los sofistas, supuestamente, no les preocupaba si su formación se utilizaba para hacer el bien o el mal. Lo cierto es que simplemente decían que la verdad no existía, eran escépticos a este respecto: «la verdad no existe y si existiera, no podría ser conocida». Eran conscientes de que lo que hoy consideramos «bueno», mañana podría ser «malo». No me parece que los sofistas estuvieran muy desencaminados.

Protágoras, contemporáneo de Sócrates, fue uno de los más conocidos. Me impresiona mucho que un tío que vivió en el s.V a.C donde básicamente, cualquier tormenta tenía que dejarte muerto de miedo, fuera agnóstico: “sobre los dioses, nada podemos saber acerca de si existen o no existen debido a la dificultad del problema y a la brevedad de la vida humana”. Pero lo que más me gusta de Protágoras no es eso.

El tipo, uno de los más odiados por Platón precisamente por cobrar, resulta que cobrara poco o mucho a los ricos y nada a los pobres.

Una de las cosas más curiosas que se cuenta de Protágoras es el acuerdo al que llegó con uno de sus alumnos: Evlato.

𝐏𝐫𝐨𝐭𝐚́𝐠𝐨𝐫𝐚𝐬 𝐥𝐞 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐫𝐢́𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐠𝐚𝐧𝐚𝐫𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐬𝐮𝐬 𝐟𝐮𝐭𝐮𝐫𝐨𝐬 𝐩𝐥𝐞𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐲 𝐚𝐜𝐨𝐫𝐝𝐚𝐫𝐨𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐄𝐯𝐥𝐚𝐭𝐨 𝐥𝐞 𝐩𝐚𝐠𝐚𝐫𝐢́𝐚 𝐞𝐧 𝐜𝐮𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐠𝐚𝐧𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐮 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐩𝐥𝐞𝐢𝐭𝐨.

Al loro porque ahora viene lo bueno.

Resulta que el tal Evlato no conseguía ningún cliente, a Protágoras se le hinchó la vena y como buen sofista hizo un movimiento maestro: denunciar a Evlato.

Protágoras argumentó que si ganaba el pleito, Evlato, tendría que pagarle sus honorarios y si por el contrario, perdía, en función de lo acordado, Evlato tendría que pagarle también.

Evlato por su parte, parece que puso en marcha los conocimientos aprendidos y argumentó por el contrario, que si ganaba él el litigio, no tendría que pagar a Protágoras el dinero que le reclamaba y si por el contrario perdía, en función del acuerdo, pues tampoco tendría que pagarle.

Headshot.