Si tuviera que plantearme cuál es mi mayor éxito cruzando, lo que espero que sea, el ecuador de mi vida, podría decir que de lo que más me enorgullezco es la cantidad de gente que se preocupa por mí y me muestra un afecto que a veces me pregunto si merezco.

Creo que fue a los 30 cuando empecé a intuir que esto de la soledad podía suponerme un problema en el medio / largo plazo y empecé a llamar a gente para tratar de no perder el contacto.

Hay que valorar quién quiere pasar tiempo contigo (no merece la pena insistir a nadie) y también, con quién merece la pena mantener una relación. Pero hay que tener siempre presente que tenemos poco tiempo y que es muy fácil dejar que tu vida se reduzca a producir (trabajar por una remuneración económica) si tu vida se reduce a eso, estás comprando muchos boletos para que la vida (tu vida) se vuelva poco apetitiva.

Lo digo siempre: el mejor escudo para cuidar de tu salud mental es una red de apoyo social tupida.

Aquí el vídeo de marras: 8 minutos a cada cual más interesante.

Y así arranca el motivo del post que no tiene nada que ver con lo que acabo de contar (pero en realidad sí tiene que ver).

La semana pasada estaba concentrado acabando unas slides sobre cómo se tiene que hacer una valoración de desempeño en el trabajo con todo lo que sabemos sobre conducta testado en animales humanos y no humanos. Es una tarea tediosa: exige concentración y muchas lecturas.

En esto que me vino a la cabeza que tenía que contarle a mis amigos del pueblo que me habían puesto un sello dorado en LK de Top Voice Leadership. Me hace mucha gracia contarles eso porque LinkedIn les resulta tan ajeno que insistirles en la importancia de que me hayan dado ese sello me parecía el mejor plan después de haberme pasado media mañana peleándome con una ppt y preguntándome si en realidad sé algo sobre la conducta.

Total, que me puse a grabar un vídeo para mandárselo (asegurándoles que el vídeo iba para YT), como siempre sin guion, pero esta vez sin edición ni nada. Le di a grabar y sin pensar ni si quiera en lo que iba a decir, me puse a hablar de ese «premio» como si verdaderamente significara algo excepcional.

Tras ver lo que había grabado, me hizo mucha gracia a mí mismo así que me pareció la mejor idea publicarlo en LinkedIn. No puse nada de que en realidad era humor, no recuerdo exactamente el post pero era algo así como «no sé si he llegado a comentar esto…»

Lo colgué y seguí a lo mío pero alguien que sí está puesto en LK me llamó para ponerme las pilas…. Me dijo que sí, que muy gracioso, pero para la gente que me conoce. Sí, cualquiera que haya trabajado conmigo / me conozca, sabe identificar, después del primer minuto, que estaba de broma, y añadió algo de lo que a veces no soy del todo consciente…

Me he lanzado en un proyecto complejo: la gente no tiene ni idea de qué es el análisis de la conducta y menos aún la aplicación que tiene al trabajo. Se supone que ahora tengo que subir contenidos para llegar a empresas que quieran saber de primera mano cómo demonios un experimento con ratas puede hacer que un equipo cumpla sus objetivos de negocio o cómo esos conocimientos pueden ayudar de manera efectiva a personas que sientan que no están viviendo la vida que quieren y no sepan cómo cambiar. Todo lo que confunda (y este vídeo puede confundir y mucho) me alejará de mi objetivo.

Al principio no estaba de acuerdo, pero porque lo vi como algo más global. No quiero despegarme del humor, lo necesito (por cierto, ahora sé que esto tiene base científica porque muchas veces lo utilizo para contracondicionar pensamientos que me dan miedo o malestar) y renunciar a él es un precio que no estoy dispuesto a pagar (de momento). Entonces me dijo que fuera explícito, que dijera que es una broma, pero claro, si hacía eso, dejaba de hacerme gracia publicarlo, así que el vídeo no tenía sentido. Lo borré.

No sé si fue una buena decisión pero no me importa en exceso, la verdad, sí agradecí mucho a la persona que me llamó su preocupación, sus argumentos y creo de verdad que tiene parte de razón. Qué bien nos sentimos cuando vemos que hay personas capaces de invertir su tiempo en coger un teléfono y decir cosas que saben que pueden incomodar por el simple hecho de que te aprecian.

¿Me despegaré del humor? No, no quiero, pero trataré de no volver a subir vídeos que en realidad hago para reírme con los colegas.

Bueno, la verdad es que no prometo nada.