Cuando uno trabaja con alguien que refiere estar «en Burnout» debe entender algo fundamental, va a trabajar con la persona sabiendo que lo más efectivo sería trabajar directamente con su contexto. Por eso le doy tanto valor a tratar estos aspectos directamente desde la empresa.

¿Significa eso que a nivel individual no se puede hacer nada?

Sí, podemos hacer mucho y dependiendo de la situación podremos llegar más o menos lejos.

¿Cómo trabajo?

👥 En empresas:

  • Analizo las dinámicas organizacionales para identificar cómo las relaciones y condiciones afectan el bienestar.
  • Entreno habilidades específicas en la capa directiva, como la escucha activa, la clarificación de objetivos y la concreción de comportamientos clave para alcanzar resultados.
  • Analizo patrones conductuales usando el modelo de antecedentes, comportamiento y consecuencias para ajustar lo que genera o refuerza el malestar en el equipo

🧑‍💻 En individuales

  • Entreno habilidades para aumentar el repertorio de conductas: esto quiere decir que entrenamos en nuevos comportamientos que hayamos concretado que necesitamos para afrontar esta situación.
  • Trabajo la separación entre trabajo y ocio cuando sea necesario, mediante control estimular, creando límites claros para prevenir la sobrecarga.
  • Priorización de tareas en función a lo que quiere la persona: hay que tomar decisiones para una solución que ayude a salir a la persona en el medio plazo y clarificar qué queremos es fundamental para conseguirlo.

Un problema del entorno, no solo de la persona

Aunque muchas veces se aborda como un problema individual, el burnout es una respuesta al entorno laboral. Factores como cargas excesivas de trabajo, falta de claridad en las expectativas, conflictos en el rol o ausencia de apoyo social son los verdaderos catalizadores. Como señala el investigador español Gil-Monte, el burnout es una interacción continua entre las exigencias del trabajo y la capacidad del empleado para gestionarlas.

Desde 1990 hasta 2010, los casos de burnout se han más que duplicado, alcanzando hoy un riesgo del 20-25% de padecer esta etiqueta en la población laboral general.

Historia y evolución del concepto

El término burnout fue introducido por Herbert Freudenberger en 1974.

Lo utilizó para describir a trabajadores que experimentaban pérdida de energía, desmotivación y síntomas de ansiedad o depresión. En su origen, el término era especialmente popular entre profesionales como médicos y maestros. Desde entonces, el fenómeno se ha expandido a prácticamente todos los sectores laborales.

¿Cómo reconocer los síntomas?

El burnout no surge de la noche a la mañana; es un proceso progresivo. Algunos de los signos más comunes incluyen:

  • Problemas de salud, como insomnio o dolores crónicos.
  • Falta de energía constante.
  • Pérdida de interés en tareas que antes resultaban satisfactorias.
  • Aumento en la irritabilidad o dificultad para concentrarse.

Seguramente cómo te sientas los domingos es un buen termómetro.